En estos días se ha hablado sobre cambio climático en República Dominicana, y es que se ha presentado en el país un proyecto para captar recursos para luchar contra el cambio climático. También se han desarrollado acciones por motivo de la semana del reciclaje.
Pero, ¿se conocen los principales problemas que está causando esta problemática ambiental en el país? ¿Conoce la población dominicana cual es el verdadero significado del concepto “cambio climático? ¿Qué puede hacer la educación para sensibilizar a la población? Son preguntas que no podemos responder con certeza.
Lo que sí está claro es que el cambio climático es real, y es producido por los humanos, y más después del resultado salido a la luz en los últimos días, donde se refleja que un 97% de los científicos internacionales piensan que el cambio climático es real y es producido por la población.
En este sentido, debemos recordar que República Dominicana, según Harmeling (2010), ocupa el octavo lugar en el Índice de Riesgo Climático Global.
Por tanto, República Dominicana es uno de los principales países amenazados por el clima. Aunque, si vemos los que ha ido ocurriendo los últimos años y lo que está ocurriendo actualmente en el país, debemos hablar de que República Dominicana ya está sufriendo el cambio climático.
Tenemos la zona noroeste, donde provincias como Dajabón están sufriendo en los últimos años sequía. Tenemos el ejemplo de la subida del nivel del agua en el Lago Enriquillo. Ha habido inundaciones en zonas bajas por desbordamiento de ríos y presas, como ocurrió hace unos años en San Cristóbal o La Romana. Están aumentando los incendios forestales en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco año tras año. Estas son algunas de las manifestaciones más importantes de la presencia del cambio climático, pero no las únicas.
Pero, ¿puede esto empeorar? Según el Informe de la IISD REPORT (2011), el riesgo climático puede aumentar en la cuenca del río Haina, rio Ozama, rio Yuna, río Yaque del Sur o la región de Bávaro-Punta Cana. También podrían aumentarar los problemas de salud (malaria y dengue) y habrá un impacto negativo en el sector agropecuario y la biodiversidad.
Y, ¿se puede concienciar a la población desde la educación? La respuesta es sí. En este sentido, la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales habla de que todos los planes de estudios deben tener una materia relacionada con educación ambiental. Hasta aquí estamos de acuerdo. La pregunta ahora es la siguiente: ¿Se implican los docentes y profesionales en concienciar a la población? Es una pregunta difícil de responder.
Lo que está claro es que se podría hacer mucho más. Y son acciones simples. Por ejemplo el desarrollo de talleres sobre cambio climático o sobre buenas prácticas ambientales en colegios y universidades debe ser objetivo de los directores de centros educativos y universidades del país. También se puede aumentar el número de actividades de reforestación en las áreas protegidas, así como la información sobre la importancia de numerosas especies de flora para luchar contra el cambio climático, como es el caso por ejemplo del maglar, que ayuda a frenar los vientos y huracanes. Es recomendable hacer encuentros entre empresas, instituciones y población, donde se den a conocer los impactos que ofrece este fenómeno ambiental en la salud (enfermedad y muerte). Además, el Gobierno debería aumentar el número de zonas verdes en las ciudades, con el objetivo de servir al país como pulmón ambiental. Esto son algunas posibles acciones, pero se pueden desarrollar muchas más. Solo hace falta iniciativas por parte de todos los agentes.
Pero, esto debe ser un trabajo de todos, tanto del Gobierno como de empresas privadas y población. Y en los tres niveles se deben desarrollar acciones que ayuden a mitigar y frenar el cambio climático. Si falla alguna de ellas el trabajo será en vano.
Y, lo que está claro es que desde la perspectiva de la educación, en centros educativos y universidades se deben de tratar temas relacionados con la separación de basura, reforestación, consumo de alimento naturales, uso de transporte público, reusar, reciclar, y usar adecuadamente el agua y la luz… y lo más importante, se debe motivar para llevarlo a la práctica!
En este sentido, ¿Qué vamos a hacer desde la ONG Educar Para Vivir? En el próximo mes de junio, a través de nuestro compañero Francisco Orgaz Agüera (@franorgaz), realizaremos una Jornada sobre Cambio Climático y República Dominicana” con los alumnos de la materia “Educación para el Medio Ambiente” de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), recinto Dajabón.
Con esto, se dará comienzo a la iniciativa “Nuevo mes, nueva acción ambiental”, donde la ONG Educar Para Vivir desarrollará una acción con el objetivo de contribuir a mejorar la educación ambiental en República Dominicana.
En estos días se ha hablado sobre cambio climático en República Dominicana, y es que se ha presentado en el país un proyecto para captar recursos para luchar contra el cambio climático. También se han desarrollado acciones por motivo de la semana del reciclaje.
Pero, ¿se conocen los principales problemas que está causando esta problemática ambiental en el país? ¿Conoce la población dominicana cual es el verdadero significado del concepto “cambio climático? ¿Qué puede hacer la educación para sensibilizar a la población? Son preguntas que no podemos responder con certeza.
Lo que sí está claro es que el cambio climático es real, y es producido por los humanos, y más después del resultado salido a la luz en los últimos días, donde se refleja que un 97% de los científicos internacionales piensan que el cambio climático es real y es producido por la población.
En este sentido, debemos recordar que República Dominicana, según Harmeling (2010), ocupa el octavo lugar en el Índice de Riesgo Climático Global.
Por tanto, República Dominicana es uno de los principales países amenazados por el clima. Aunque, si vemos los que ha ido ocurriendo los últimos años y lo que está ocurriendo actualmente en el país, debemos hablar de que República Dominicana ya está sufriendo el cambio climático.
Tenemos la zona noroeste, donde provincias como Dajabón están sufriendo en los últimos años sequía. Tenemos el ejemplo de la subida del nivel del agua en el Lago Enriquillo. Ha habido inundaciones en zonas bajas por desbordamiento de ríos y presas, como ocurrió hace unos años en San Cristóbal o La Romana. Están aumentando los incendios forestales en el Parque Nacional Sierra de Bahoruco año tras año. Estas son algunas de las manifestaciones más importantes de la presencia del cambio climático, pero no las únicas.
Pero, ¿puede esto empeorar? Según el Informe de la IISD REPORT (2011), el riesgo climático puede aumentar en la cuenca del río Haina, rio Ozama, rio Yuna, río Yaque del Sur o la región de Bávaro-Punta Cana. También podrían aumentarar los problemas de salud (malaria y dengue) y habrá un impacto negativo en el sector agropecuario y la biodiversidad.
Y, ¿se puede concienciar a la población desde la educación? La respuesta es sí. En este sentido, la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales habla de que todos los planes de estudios deben tener una materia relacionada con educación ambiental. Hasta aquí estamos de acuerdo. La pregunta ahora es la siguiente: ¿Se implican los docentes y profesionales en concienciar a la población? Es una pregunta difícil de responder.
Lo que está claro es que se podría hacer mucho más. Y son acciones simples. Por ejemplo el desarrollo de talleres sobre cambio climático o sobre buenas prácticas ambientales en colegios y universidades debe ser objetivo de los directores de centros educativos y universidades del país. También se puede aumentar el número de actividades de reforestación en las áreas protegidas, así como la información sobre la importancia de numerosas especies de flora para luchar contra el cambio climático, como es el caso por ejemplo del maglar, que ayuda a frenar los vientos y huracanes. Es recomendable hacer encuentros entre empresas, instituciones y población, donde se den a conocer los impactos que ofrece este fenómeno ambiental en la salud (enfermedad y muerte). Además, el Gobierno debería aumentar el número de zonas verdes en las ciudades, con el objetivo de servir al país como pulmón ambiental. Esto son algunas posibles acciones, pero se pueden desarrollar muchas más. Solo hace falta iniciativas por parte de todos los agentes.
Pero, esto debe ser un trabajo de todos, tanto del Gobierno como de empresas privadas y población. Y en los tres niveles se deben desarrollar acciones que ayuden a mitigar y frenar el cambio climático. Si falla alguna de ellas el trabajo será en vano.
Y, lo que está claro es que desde la perspectiva de la educación, en centros educativos y universidades se deben de tratar temas relacionados con la separación de basura, reforestación, consumo de alimento naturales, uso de transporte público, reusar, reciclar, y usar adecuadamente el agua y la luz… y lo más importante, se debe motivar para llevarlo a la práctica!
En este sentido, ¿Qué vamos a hacer desde la ONG Educar Para Vivir? En el próximo mes de junio, a través de nuestro compañero Francisco Orgaz Agüera (@franorgaz), realizaremos una Jornada sobre Cambio Climático y República Dominicana” con los alumnos de la materia “Educación para el Medio Ambiente” de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA), recinto Dajabón.
Con esto, se dará comienzo a la iniciativa “Nuevo mes, nueva acción ambiental”, donde la ONG Educar Para Vivir desarrollará una acción con el objetivo de contribuir a mejorar la educación ambiental en República Dominicana.